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PARRAFO

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COHESION Y COHERENCIA EN EL TEXTO

Servicio Nacional de Aprendizaje Sena

EL ORADOR Y SU AUDITORIO

Fácil es predecir que habrá un verdadero triunfo, si hay una relación cordial entre orador y auditorio,, como la que con frecuencia se va entre arista y espectador. El comunicador vierte su caudal de cultura sobre el auditorio que lo admira. El artista vierte su caudal artístico sobre su público que lo aplaude. La diferencia entre orador y artista está en que mientras el artista divierte, el orador instruye. Dice un autor que hay un gran desacierto al dedicar muchas horas para preparar un discurso y no preocuparse por el auditorio.

El orador consciente de su papel, despierta en el auditorio un interés acerca del tema que tratará; algunas veces desconocido, pero trascendental por su importancia; procura examinar antes de iniciar, el nivel cultural de su público para adaptar su estilo. Cuida que su mensaje sea nítido, veraz y sus complicaciones; si llegara a descubrir que para la mayoría el tema es novedoso o totalmente desconocido, su léxico debe ser distinto, llenándolo de anécdotas, comparaciones, hipotiposis en los conceptos oscuros que aclaran la idea; si ha detectado que en el ambiente hay errores y prejuicios, antes tendrá que desbaratar infundíos; lo cual implica una preparación completa y esmerada hasta agotar recursos para conocer totalmente el asunto, a fin de tener a la mano los argumentos firmes para rebatir las posibles objeciones que pudieran argüir sus adversarios.

Cuando el comunicador tenga que presentar una tesis, el discurso servirá para confirmar su teoría. Si el objetivo es calmar los ánimos excitados en un ambiente hostil entre partidos divergentes, hay conflictos intergremiales o el tema es de opiniones disparadas, el asunto se complica, entonces el orador tendrá que ser neutral.

Cuando tenga que entrar en contacto con el auditorio, llegado el momento de contestar preguntas, el orador deberá estar dispuesto a responder de la mejor manera y no perder de vista que el público lo considera autoridad en la materia y por lo mismo exige de él amplia cultura y erudición completa.

Hablar de comunicación de altura implica saber escoger el tema; una vez que el expositor ha escogido el tema deberá elaborar un esquema en el que fije los distintos puntos que piensa desarrollar. Nada tan práctico, de consecuencias laudables y aconsejables a todo aquel que se dedique al arte de la comunicación y desee obtener buenos resultados que elaborar un esquema.

Un esquema es una guía que ayuda mucho a centrar ideas y seguir un camino seguro para no perderse; es una rúa que conduce al objetivo propuesto sin equivocación.

El tema debe responder a las interrogaciones que y como o pensar que y pensar como; pues el que es el asunto o idea que piensa desarrollar en la disertación; el como es el camino que llevara el asunto, es el proceso en el desarrollo. Si el que es un asunto nuevo, el expositor ha de presentar la novedad con expresiones que indiquen lo novedoso del tema. La novedad envuelta en frases de misterio suele causar mayor impresión y atrae la atención. Si la exposición a que se refiere el tema es discutible, el expositor habrá de proponer las tendencias divergentes, aduciendo pruebas en apoyo de la opinión que defiende. Si hay prejuicios acerca del tema, es preferible, como dice el dicho, “tomar al toro por los cuernos”, es decir, cuando el comunicador tiene la seguridad de que podrá desbaratar infundios.

Hay temas que por su estructura ofrecen grados de dificultad y en su enunciación requiere un determinado modo de exponerse; por la manera de presentarse se adivina cual es la postura del expositor. Es importante que el expositor cuide de no apartare de la ruta y conservar siempre la línea, pues una desviación puede hacerlo rodar.

Una de las cualidades del orador es su estilo; lo que se dijo al hablar de los estilos en general, tratándose del orador tiene su aplicación especial.

Se han elaborado diversas definiciones del estilo, lo que quiere decir que hay diferentes maneras de concebir la idea. Existen distintos modos de expresar palabras y por lo mismo, otros estilos, y esto es cierto, pues comparados el estilo de escribir de Miguel de Unamuno se notará que es muy distinto al de Octavio Paz; así como no se puede confundir el estilo de León Felipe con el de Pablo Neruda.

Los estilos de los oradores también son diferentes. El grado académico del comunicador, el auditorio, el tema y el grado de cultura del auditorio determinan su estilo. Entre los estilos de los oradores se pueden enumerar los siguientes: telegráfico, lacónico, concreto, romántico y poético.

Indudablemente existen diversos modelos de discursos, exposiciones, disertaciones o conferencias; fueron famosas las conferencias del P. Lacordaire en la Catedral de Nuestra Señora de París, donde lo más ganado de la sociedad parisina se daba cita.

UN BUEN EXPOSITOR


EL ORADOR Y SUS CUALIDADES


En este tema el autor nos habla que todos los hombres tenemos en mayor o menor grado la facultad de persuadir, y sin embargo, no todos somos elocuentes. Se llama elocuente a la persona que al hablar tiene la facultad de deleitar y persuadir usando la palabra elegante, eficaz y persuasiva. Indudablemente hay personas que nacieron con el don, pero no lograron desarrollarlo porque les faltó cultivar esa cualidad al estudiar las reglas de oratoria. No es un buen orador el que teniendo dotes naturales maravillosas no sabe aplicar las reglas de oratoria, son buenas esas dotes pero perfeccionadas con el estudio de la retórica son mejores.

Un buen orador es el hombre naturalmente elocuente que ha perfeccionado esas dotes con el estudio y el ejercicio. Es conveniente tratar acerca de las cualidades que son útiles y necesarias en el desempeño de tan privilegiada actividad.

Las palabras bien pronunciadas, el gesto metódicamente estudiado, el ademán perfectamente calculado, la entonación, las pausas y la dicción rítmicamente balanceadas causan mejor impresión que las palabras balbuceadas las poses desaliñadas y una voz sin ritmo y sin gracia.

Una regla muy valiosa para practicar la oratoria, es pronunciar un trozo literario compuesto por uno mismo. También es muy práctico proponerse un plan sencillo acerca de un tema; se divide en tres puntos o más, se desarrolla cada uno de ellos y se unen del otro, para concluir con una proposición que ha de ser la tesis del discurso; este trabajo es parecido al de la investigación.

La investigación consiste en aplicar la inteligencia a la compresión de una exacta realidad, penetrando y arrancando su secreto. El tema escogido distribuido en puntos se plantea en un esquema para que su concreción sea más fácil, y al mismo tiempo ver que el segundo punto en consecuencia del primero y ala vez el tercero dimane del segundo, para que al final la conclusión sea el resultado lógico de los puntos anteriores.

ACTITUDES DEL ORADOR


Todo esto a que el orador ha de adoptar ciertas actitudes que le son necesarias para cumplir con su función social se debe ejercer en bien de la comunidad.

El orador, por simple hecho de pronunciar un discurso en el que desarrolla un tema, está ejerciendo la nobilísima profesión de instruir. La función social de todo comunicador docente es instruir pronunciando discursos didácticos. El verdadero orador se dirige a un auditorio heterogéneo, no solo a un grupo de personas que pertenecen a un mismo nivel, sino que está capacitado para hablar a un grupo complejo de perosnas de distinta índole; hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, obreros, empleados, profesionales, ricos, pobres, políticos, burgueses, burócratas o aristócratas. Un orador que escogiera su público o su auditorio no sería un auténtico orador.

CUALIDADES MORALES

De las cualidades que mejor cuadran al orador, está la probidad. Hombre probo no solo el que goza buena fama, sino que además no tiene maldad de que lo acusen es un hombre íntegro. Marco Fabio Quintilliano en su obra Instituciones Oratorias sienta como base de la oratoria formar al hombre probo y hacerlo diestro en el arte de hablar.

El orador debe proceder, por consiguiente, con la verdad para no defraudar a su auditorio, ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria trata un tema científico, debe prevalecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón debe enaltecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón, debe enaltecer la virtud de la que debe tener claros conceptos.

Dadas las circunstancias actuales en que se encuentra el mundo, cualquiera pensaría que nadie tiene deseos de ser bueno, y no es así, en medio de sus flaquezas humanas. Si el orador se acomoda al auditorio cosecha muy buenos resultados; para contrarrestar al vicio. La virtud no es innata, se adquiere mediante el ejercicio serio y duradero de acciones buenas. La virtud es permanente, pero si se le frena, entonces se corre el riesgo de caer en lo opuesto, el vicio. Las virtudes se dividen en dos clases: Virtudes del entendimiento y Virtudes de la voluntad.

VIRTUDES DEL ENTENDIMIENTO O DIANETICAS

Perfeccionan al hombre en relación con el conocimiento de la verdad. Respecto a la verdad especulativa las virtudes del entendimiento son: la inteligencia o habilidad para juzgar; la sabiduría o capacidad para alcanzar hasta los últimos fundamentos de la verdad.

VIRTUDES DE LA VOLUNTAD


Entre éstas se destaca la prudencia, que en la disposición y el ánimo resuelto con que se debe de actuar para resolver con rectitud los casos más difíciles. Las virtudes intelectuales por si solas, no hacen al hombre moralmente bueno, a excepción de la prudencia.

La esencia de las virtudes morales de la voluntad consiste en una disposición permanente y firme de la voluntad para seguir lo que la razón le presente como justo. La virtud en sentido estricto confiere al hombre bondad moral y perfección. Las virtudes de la voluntad están íntimamente entrelazadas entre sí y forman un conjunto cerrado. La virtud no significa carencia de pasiones, pues éstas no le son contrarias si la prudencia las mantiene dentro de los límites pertinentes y las coloca en un lugar justo.

CUALIDADES INTELECTUALES

El orador ha de poseer una inteligencia clara y penetrante para ahondar en los asuntos trascendentales; su agudeza de ingenio le permite ver en visión panorámica todos los aspectos de un tema para poder desarrollarlos en toda su amplitud para que cuantas veces se le solicite la aclaración de una duda pueda hacerlo con erudición y clarividencia. Ayuda mucho al orador tener imaginación para encarar con imágenes sensibles ideas totalmente abstractas; es pintar con pinceladas magistrales conceptos espirituales propio de un maestro, lo cual no es fácil, pues requiere una destreza intelectual extraordinaria, capacidad de retención para recordad todos los datos que son necesarios para exponer con fluidez un tema.

CUALIDADES FISICAS

No basta ser elocuente para persuadir, ni las cualidades morales son suficientes para convencer; a veces la buena presentación es de un gran valor como complemento en el aspecto integral del orador. El orador ha de estar dotado de un timbre de voz sonora, lo cual produce un buen efecto. Los oradores que declaman tendrán siempre atento a su auditorio.

DIVERSAS CLASES DE ORATORIA

La oratoria es todo un arte y una de las artes liberales, llamadas así porque en ellas se pone en ejercicio la inteligencia; pues en la oratoria interviene en gran parte la inteligencia; en la que tanto el orador como el auditorio la aplican, la oratoria se divide en: oratoria sagrada, oratoria académica y oratoria social.

ORATORIA SAGRADA

Es la que usan los ministros de la iglesia católica, según el mandato que recibió la iglesia de Jesucristo su fundador.

El orador sagrado o predicador pretende convencer para convertir a la fe en Cristo a los que aún no están bautizados, para lograr su objetivo apoya su discurso en la Biblia, en el testimonio de los santos padres de la iglesia, el orador sagrado también está versado en teología, filosofía, historia de la iglesia y otras materias.

Por su estructura, la oratoria sagrada recibe el nombre de: homilía, sermones dogmáticos, sermones morales, discursos apologéticos.

ORATORIA ACADEMICA

Tiene por objeto la exposición de temas de calidad; exige en el orador un lenguaje académico. El discurso académico se distingue por la ordenación exacta de las ideas, pureza en los vocablos, elegancia y armonía en las frases. En este estilo se observan rigurosamente las normas clásicas. Esta oratoria se divide en dos clases: Oratoria literaria y oratoria científica.

ORATORIA SOCIAL

Hay momentos solemnes en la vida en que se requiere que alguien tome la palabra para sellar con un discurso un acontecimiento que será histórico.

UBICACIÓN Y ASUNTO

En la vida social es muy frecuente la improvisación; suele acontecer que en cualquier momento alguien debe “tomar la palabra” y nadie está preparado para pronunciar un discurso, y la persona idónea en estos casos es el profesional, doctor, licenciado, profesor o arquitecto; éstas son las personas a las que generalmente se les “pone en la mira”, si alguna otra persona ya está advertida porque ha sido seleccionada, no hay dificultad, debe haberse preparado. Todos estos detalles pueden servir al orador de “estribo” para empezar con palabras introductorias que pueden ser:

De agradecimiento a los maestros por haber volcado sus conocimientos en las mentes juveniles.

De elogio la instituto, universidad o colegio, por haber sido los canales que vertieron ese caudal de ciencia y cultura en los alumnos egresados.

De felicitación a los graduados porque después de muchas horas de estudio e investigación científica o tecnológica en bibliotecas o laboratorios, horas de esmero, entrega y esfuerzo, etc. Puede cerrarse el discurso con una recopilación de todas estas ideas con alguna recomendación, deseándoles augurios de éxito.

De felicitación a los padres de los graduados, para quienes van las mejores alabanzas porque con su apoyo moral y económico, sabías orientaciones y consejos, supieron motivar a sus hijos para que lograran la gran satisfacción de verlos graduados.

Muy distintas son las circunstancias que rodean cualquier acontecimiento memorable; distinto debe ser por consiguiente el discurso, aunque la estructura sea la misma. Distinta será la forma y el fondo si la reunión no es de graduación, sino de inauguración de una empresa, una fábrica, un negocio, un comercio, una boda, unos quince años, un onomástico o un nombramiento para un cargo de funcionario.

ENSAYO: ¿Para qué sirven las nuevas tecnologías en términos de aprendizaje?

Es indudable que existe un alejamiento creciente entre la forma en que se enseña y el modo en que las nuevas generaciones se acercan a la información y al conocimiento. Se entiende así la preocupación por aprovechar el gancho del ordenador como herramienta para el aprendizaje, pero el ordenador no es sinónimo de calidad educativa ni mucho menos garantía de aprendizaje. La clave no está en la tecnología, sino en las complejas interacciones entre el profesor, el aprendiz y el contenido. El problema es que hay muy pocos estudios experimentales que aborden objetivamente el impacto de las TIC en el aula; faltan investigaciones que traten de responder sin sesgos oportunistas a las preguntas que todos nos hacemos: ¿Mejoran los ordenadores la calidad de la educación? ¿Sirven para aprender? ¿Cómo deben ser utilizados? ¿Son verdaderamente útiles?

De ahí la oportunidad de la investigación "Tecnología y Aprendizaje", La finalidad principal del estudio era comparar el rendimiento académico de los alumnos en dos entornos de enseñanza bastante homogéneos, que diferían tan solo en el material pedagógico utilizado -ordenador o libro de texto-, respetando la forma de trabajo habitual de los profesores y el normal funcionamiento de los centros. Participaron en el experimento más de 1500 alumnos de 3º de ESO en 16 centros de la Comunidad de Madrid (públicos, privados y concertados) durante el pasado curso escolar. Un mismo profesor trabajaba con un grupo de alumnos en el aula de informática, solo con materiales digitales, y con otro de control en el aula tradicional, solo con libro de texto (todos los alumnos usaban los mismos libros de texto). Se seleccionaron para el experimento dos unidades didácticas de Matemáticas y otras dos de Sociales. Los criterios de evaluación para el grupo experimental y el de control eran los mismos, y todos los alumnos realizaron las mismas pruebas de evaluación: inicial, final y de recuerdo.

Finalizada la experiencia, se pidió a los profesores que expresaran su opinión comparando la enseñanza con ordenador y la enseñanza tradicional. Consideraron que hay varios aspectos en que la enseñanza con ordenador es superior a la tradicional.

Y sin embargo, los profesores consideraban que en el aula tradicional, donde no se dan estas condiciones, se aprende más que en el aula de ordenadores. ¿Cómo es posible que en un entorno en el que hay menos motivación, menos disciplina, menos atención, peor ambiente de trabajo y peores relaciones con los alumnos se pueda aprender más? Los resultados de los exámenes realizados contradicen esta percepción del profesorado: los alumnos aprenden lo mismo. Las notas obtenidas por los alumnos de los grupos experimental y de control son prácticamente iguales; Incluso se apreció una ligera mejora en resultados obtenidos por los alumnos de Matemáticas del grupo experimental, aunque no era significativa.

Más sorprendentes aún son los resultados obtenidos tras el trabajo con el ordenador por los alumnos con peor conocimiento inicial y menor motivación. Las notas de los exámenes de estos alumnos menos atraídos por la asignatura de Matemáticas mejoran comparativamente, lo que sugiere que los alumnos menos motivados y con peor conocimiento se ven beneficiados frente al resto cuando su aprendizaje se realiza por medio de materiales digitales.

¿Cómo interpretar este desajuste entre lo percibido por profesores y alumnos y los resultados de los exámenes realizados? Probablemente se deba al tipo de evaluación, centrada en pruebas concretas sobre los contenidos aprendidos y sin considerar aspectos tales como las capacidades generales que potencialmente pueden mejorar con el uso del ordenador. Desde esta concepción de la enseñanza y de su evaluación, no es extraño que los propios alumnos se hayan sentido inseguros y que hayan demandado una mayor precisión de qué debían aprender y de cómo se les iba a evaluar. Por ello, no sorprende que profesores y alumnos hayan echado en falta las ventajas del libro de texto para facilitar el aprendizaje y su posterior evaluación. La existencia de libros de texto y de material informático con una estrecha conexión entre ambos parece ser el modelo que la mayoría de los profesores viven como posible y deseable.

Podemos concluir que el problema principal no es un asunto técnico -tener o no tener ordenador- sino educativo: para qué, cómo y en función de qué concepción de la enseñanza se utilizan. Conseguir este objetivo no depende solo de incorporar más ordenadores en los centros. Hace falta reflexionar sobre los objetivos, sobre la organización de los centros, sobre las relaciones entre profesores y alumnos, sobre el modelo de formación de los profesores, sobre la cooperación entre ellos, sobre el tiempo de los docentes, sobre, en suma, la calidad de la enseñanza. Los datos recogidos en este limitado experimento apuntan a que la enseñanza con ordenador puede contribuir a transformar la enseñanza en el aula, a mejorar el funcionamiento de los centros y a crear una cultura más favorable al cambio educativo.

El análisis de la comunicación no verbal

El análisis de la comunicación no verbal requiere al menos tener en cuenta tres criterios básicos:



1.- Cada comportamiento no verbal está ineludiblemente asociado al conjunto de la comunicación de la persona. Incluso un solo gesto es interpretado en su conjunto, no como algo aislado por los miembros de la interacción. Si es un gesto único asume su significado en cuanto gesto y en un cuanto que no hay más gestos.



2.- La interpretación de los movimientos no verbales se debe hace en cuanto a su congruencia con la comunicación verbal. Normalmente la intención emocional se deja traslucir por los movimientos no verbales, e intuitivamente somos capaces de sentir la incongruencia entre estos y lo que verbalmente se nos dice. La comunicación no verbal necesita ser congruente con la comunicación verbal y viceversa, para que la comunicación total resulte comprensible y sincera.



3.- El último criterio de interpretación del sentido de la comunicación no verbal, es la necesidad de situar cada comportamiento no verbal en su contexto comunicacional.

COMUNICACION NO VERBAL



Los psicólogos y psiquiatras han reconocido hace ya mucho tiempo, que la forma de moverse de una persona proporciona indicaciones sobre su carácter, sus emociones y sus reacciones hacia la gente que lo rodea. Mucha gente, cuando se entera que la comunicación no verbal es una vía de comunicación, toma conciencia de sí misma y esto se convierte en un problema. Piénsese que puede significar para una persona consciente de la importancia de la comunicación no verbal para dar señales de sus sentimientos, cuando habla con un psicólogo al que atribuye una especial capacidad lectora de esas señales.



Uno puede enfrentarse ante la comunicación no verbal, al menos de tres formas (puede haber más). Uno puede intentar inhibir cada uno de la comunicación no verbal que, de acuerdo a su conocimiento o creencia, significan algo en la interacción que no quiere que se note o sepa. Este comportamiento supondría iniciar cada interacción con mucha tensión, o de una forma poco expresiva. Uno también puede sentirse liberado al reconocer cómo deja traslucir sus emociones, darse cuenta de que la gente conoce acerca de uno intuitivamente, mucho más de lo que uno mismo es capaz de decir en palabras acerca de cómo se siente. Y por último, uno puede sentirse simplemente despreocupado, al tomar conciencia de que es inevitable comunicar algo, que ese algo se capta sobre todo, intuitivamente, y que en realidad nadie mantiene una interacción pendiente de fijarse en cada comportamiento no verbal y analizar su significado, a no ser que sea un movimiento realmente inusitado.



No esta tan desarrollada la investigación no verbal como para poder hacer afirmaciones claras en forma de recetas, respecto al significado emocional indudable de cada comportamiento no verbal, pero estos si dan señales y son expresión de intenciones emocionales, de ahí la importancia para un psicólogo de comprender su papel en la interacción.


No se pretende enseñara a interpretar la comunicación no verbal, sino a tomar conciencia de su importancia en la interacción. Todo el mundo tiende a interpretar lo que el otro ha querido realmente decir. El estudio de la comunicación no verbal puede generar la sensación de que se está más capacitado para acertar. Con esto se puede ceder ante la tentación de interpretar cada gesto, e incluso se puede lograr captar pistas del comportamiento de los otros. Pero, cuidado, hay que ser consciente, que por mucho habilidad que se tenga en la observación de los otros, y un psicólogo debe desarrollarla al menos cuanto está trabajando, es necesario ser muy cauto en cualquier interpretación. La comunicación humana es extremadamente compleja (no tiene reglas fijas y simples), y en ausencia de reglas claras, todos tenemos tendencia a ver solamente lo que queremos ver, y prestar atención a lo que nos interesa. Esto no debe negar, que si después de la práctica y la experiencia, somos capaces de sentir intuiciones sobre las intenciones emocionales de alguien, nos dejemos llevar por esa intuición, sobre todo si somos capaces de especificar que movimientos corporales nos ha llevado a esa intuición.

PROXEMIA



El término proxémica fue introducido por el antropólogo Edward T. Hall en 1963 para describir las distancias medibles entre la gente mientras estas interaccionan entre sí. Estudio de cómo estructuramos nuestro microespacio personal, la especie de burbuja que rodea nuestro cuerpo y que marca el límite al que otra persona puede llegar sin que nos sintamos molestos o agredidos obligándonos a retroceder para recuperar ese espacio. La burbuja privada se divide en cuatro zonas:El término proxemia se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal; de cómo y con quién lo utiliza.



Hall diferenció tres espacios en el sentido del territorio propio:

Espacio fijo: es el marcado por estructuras inamovibles, como las barreras de los países.

Espacio semifijo: es el tipo de espacio que posee obstáculos posibles de mover o que se mueven.

Espacio personal o informal: espacio alrededor del cuerpo. Varía en función de las culturas, ya que cada cultura estructura su espacio físico. Este espacio puede ser invadido. Si se utiliza un territorio ajeno con falta de respeto (mirar fijamente a alguien u ocupar dos asientos con bolsas cuando hay gente de pie) se da una violación del terreno.




Por otro lado, Hall notaba que la distancia social entre la gente, está generalmente correlacionada con la distancia física y describía cuatro diferentes tipos de distancia. Estas distancias serían subcategorías del espacio personal o informal.
Distancia íntima: es la distancia que se da entre 15 y 45 centímetros (6 a 18 pulgadas). Es la más guardada por cada persona. Para que se de esta cercanía, las personas tienen que tener mucha confianza y en algunos casos estarán emocionalmente unidos, pues la comunicación se realizará a través de la mirada, el tacto y el sonido. Es la zona de los amigos, parejas, familia etc. Dentro de esta zona se encuentra la zona inferior a unos 15 centímetros del cuerpo, es la llamada zona íntima privada.

Distancia personal: se da entre 46 y 120 centímetros (1,5 - 4 pies). Esta distancia se dan en la oficina, reuniones, asambleas, fiestas, conversaciones amistosas o de trabajo. Si estiramos el brazo, llegamos a tocar la persona con la que estamos manteniendo la conversación.

Distancia social: se da entre 120 y 360 centímetros (4 - 12 pies). Es la distancia que nos separa de los extraños. Se utiliza con las personas con quienes no tenemos ninguna relación amistosa, la gente que no se conoce bien. Por ejemplo: la dependienta de un comercio, el albañil, los proveedores, los nuevos empleados, etc.

Distancia pública: se da a más de 360 centímetros (12 pies) y no tiene límite. Es la distancia idónea para dirigirse a un grupo de personas. El tono de voz es alto y esta distancia es la que se utiliza en las conferencias, coloquios o charlas.




Edward Hall hacía notar que diferentes culturas mantienen diferentes estándares de espacio interpersonal. En las culturas latinas, por ejemplo, esas distancias relativas son más pequeñas, y la gente tiende a estar más cómoda cerca de los demás. En las culturas nórdicas es lo contrario. Darse cuenta y reconocer estas diferencias culturales mejora el entendimiento intercultural, y ayuda a eliminar la incomodidad que la gente puede sentir si siente que la distancia interpersonal es muy grande o muy pequeña.
Las distancias personales cómodas también dependen de la situación social, el género y la preferencia individual.
Un término relacionado es propincuidad, uno de los factores definidos por Jeremy




Bentham para medir la cantidad de placer en un método conocido como felicific calculus.
Estudio de cómo estructuramos nuestro microespacio personal, la especie de burbuja que rodea nuestro cuerpo y que marca el límite al que otra persona puede llegar sin que nos sintamos molestos o agredidos obligándonos a retroceder para recuperar ese espacio. La burbuja privada se divide en cuatro zonas:
Zona 1:(hasta 45 cm) distancia íntima entre parejas.
Zona 2:(45-120 cm) distancia personal entre personas que se conocen bien.
Zona 3:(120-360 cm) utilizada para conversaciones formales que inducen a no tutear al interlocutor.
Zona 4:(más de 360 cm) se emplea en los discursos.

ASPECTOS PERSONALES


La Imagen Personal un activo muy importante a cuidar
Cuando un empresario crea una empresa se ocupa de dotarla de una imagen por la que sea reconocida y que le permita perdurar en el tiempo. También eligen a las personas adecuadas para desempeñar las diferentes funciones necesarias y que sean los mejores, para llevar a buen puerto su nave, ¿pero, cuántos se ocupan de preparar y formar a sus colaboradores en transmitir una buena imagen personal?
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Resumen:


• Para potenciar su imagen personal debe mantener una coherencia entre los cuatro canales de información que se utilizan al transmitir cualquier mensaje. Cuatro instrumentos que deben apoyarse entre sí: su apariencia exterior, la indumentaria, los gestos y la voz, el tono y su modulación.
• Las personas que colaboran en las empresas se convierten en sus embajadores y son los responsables de transmitir la credibilidad de los productos y/o servicios que éstas ofrecen.
• Una persona que cuida su imagen se siente más segura y confiada en lo que ofrece y transmitiendo una fuerza imparable.
• El periodo más crítico cuando se produce el primer encuentro con una persona son los primeros cinco minutos, por tanto, se debe aprovechar


Las empresas suelen invertir para mejorar su identidad corporativa o al menos, debería ser así. Cuidar todos los detalles en sus relaciones con los clientes, proveedores, colaboradores, etc., se hace fundamental, pero algo que no se debe olvidar, es que para transmitir la imagen que los demás ven de la empresa, lo hacen las personas que la forman, que se convierten en sus embajadores y son los responsables de transmitir la credibilidad de los productos o servicios que ofrecen.
Desarrollar un estilo corporativo propio y único, es esencial para obtener una ventaja diferencial, que permita grabar en la mente de los clientes la excelencia de la compañía y favorecer su fidelización. Marcar diferencias para ofrecer un mejor servicio y un mejor trato, permitirá poner barreras a los competidores, pero ¿las personas que colaboran en las empresas se sienten participes de la imagen a transmitir? ¿se les prepara para difundir los valores de la empresa? ¿se les forma para cuidar su imagen personal? ¿qué entendemos por imagen personal?.




Cuando se oye o se habla de imagen, casi siempre, la mente se va hacia hombres y mujeres espectaculares, con mucho glamour, con unas medidas perfectas, cuerpos esbeltos y con un gran atractivo.
Pero entonces ¿si la madre naturaleza no nos ha concedido un cuerpo magnífico, nuestra imagen personal puede verse afectada?
Estoy segura de que “NO”. Las personas somos algo más que un aspecto físico, estamos dotadas de una mente maravillosa y de unos valores, que hacen que seamos lo que realmente somos.
Un aspecto físico impecable con una mente vacía, sin personalidad, no sirve. Al contrario, una mente prodigiosa con una apariencia descuida o sucia, tampoco.

El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la tarjeta de presentación de una persona, que debe ir acompañado del control del lenguaje verbal y no verbal.
Por tanto, cuando hablamos de imagen personal, no nos referimos solamente al atuendo que se lleve, sino que es algo más amplio, que abarca también: los rasgos físicos, posturas y movimientos al sentarse, al caminar, al saludar, el tono de la voz, la mirada, la risa y la sonrisa, la higiene, la cortesía, la educación, etcétera. Podemos decir que es un estilo de vida, la forma de ser y actuar y en consecuencia, cada persona tiene la suya propia.
La imagen personal es importante cuidarla ya que es lo primero que los demás ven de nosotros. Cuando una persona se presenta ante otras, antes de pronunciar una palabra, ya está transmitiendo datos e ideas, aún sin quererlo. Aunque no seamos conscientes, todos proyectamos nuestra personalidad a través de la imagen que ofrecemos al exterior.

Suele decirse, que el periodo más crítico cuando se produce el primer encuentro con una persona son los primeros cinco minutos. Las impresiones que se forman durante este tiempo persistirán y se reforzarán, en función del comportamiento posterior del individuo. Seguro que habrá oído hablar de una frase muy popular que dice: “la primera impresión es la que cuenta” y si ésta es positiva, hay mucho terreno ganado; en cambio, si ocurre al contrario, se tarda el doble de tiempo para intentar cambiar la opinión de nuestro interlocutor. Haciendo referencia a otra frase que proviene del saber popular, es importante recordar que “no existe una segunda oportunidad para causar una primera impresión”.


Ahora piense, aceptamos que un individuo cuya apariencia nos resulta sospechosa o desagradable, haya cometido un hecho delictivo, mientras que, si la misma acción se imputa a alguien a quien consideramos un ejemplo de rectitud y nobleza, nos costará admitir su culpabilidad, hasta que nos presenten pruebas contundentes y palpables de ello. Para apoyar un poco más esta postura, imagine que va caminando por una calle poco transitada y de pronto, ve a una persona que se dirige hacia usted, su aspecto es sucio, despeinado y mal vestido, automáticamente, se apresurará para cambiar de acera rápidamente, mientras que si la persona que se le acerca va bien vestida y aseada no le preocupará; a lo mejor se equivoca, pero su aspecto exterior le ha hecho reaccionar.



¿Por qué se suele hacer esto? Se debe, a que se asocia la imagen de cada persona, con ciertos juicios y valores predefinidos, de modo que el inconsciente crea una especie de filtro, que nos hace receptivos a los datos que coinciden con esa imagen y refractarios, frente a los que no responden a tal esquema.
La imagen personal es como una foto, es todo lo que los demás ven de nosotros en una rápida y fugaz mirada. Conseguida, comienza el juicio psicológico, ¿ofrece o no, confianza? Evidentemente, cuando se está frente a personas, todo se desarrolla en cuestión de minutos.
Por otra parte, la buena presencia, al ser y sentirse agradable a la vista de otros, hace a las personas más seguras de sí mismas, lo cual mejora en gran medida su desarrollo personal, profesional y social.



El boom de la publicidad masiva en Estados Unidos en los años sesenta, llevó a muchas empresas, a estimular la venta de sus productos, a través de la capacidad de seducción de la imagen e hizo recobrar el viejo proverbio chino que reconocía que “una imagen vale más que mil palabras”.
La regla de oro para transmitir una buena imagen es: “estar a gusto y seguro con uno mismo”.Para potenciar su imagen debe cuidar una norma fundamental, que es mantener una coherencia entre los cuatro canales de información que se utilizan al transmitir cualquier mensaje. Cuatro instrumentos que deben apoyarse entre sí:ç

Condiciones físicas:

Apariencia exterior
La voz, el tono y su modulación
Los gestos
La indumentaria

Cuando algunos de los elementos no están armonizados con el resto, sitúa al oyente en la disyuntiva de creer en lo que se dijo o cómo se dijo. Muchas personas tienden a creer más en lo que ven, que en lo que se les dice. Un buen ejemplo de adaptación a estas circunstancias lo dan algunos políticos. La forma en que se dice algo, debe ser coherente con el contenido del mensaje.
La confianza que una persona tenga en los productos y servicios que vende su empresa, la creencia y el sentimiento de pertenencia a un equipo de trabajo y la total certeza, de que su trabajo es importante y necesario, reforzará su imagen personal, lo que permitirá favorecer la correcta transmisión de la identidad corporativa de su compañía. Además, si ésta se ha ocupado de formar a ésta en aspectos para mejorar o cambiar su imagen personal como: vestimenta, factores del entorno y personales, paralenguaje, proxemia, lenguaje corporal y conocimiento social, el éxito estará garantizado, porque la tranquilidad y la seguridad en sí misma que esta persona transmitirá, la harán imparable